viernes, 20 de septiembre de 2013

Criando a un hijo que padece ADHD

INTERVENCIÓN DE LOS PADRES
El comportamiento del niño ADHD es un área que requiere considerable energía e involucración de parte de los padres. Los niños con ADHD responden al mundo, y a sus padres, de manera diferente. Con frecuencia son capaces de ver claramente la situación y manipular para conseguir sus deseos, esto es porque son muy inteligentes, creativos y rápidos para percibir las debilidades de los padres. Disciplinar a un niño ADHD requiere que los padres sean creativos y rápidos de pensamiento. Se exhorta a los padres a aprender tanto como puedan sobre el ADHD para que puedan vigilar el comportamiento de su hijo y creativamente intervenir cuando se presenten contratiempos.
TÉCNICAS PARA RESOLVER PROBLEMAS
Todos los niños necesitan sentirse que tienen algún control sobre su vida. Esto es especialmente cierto en los niños con ADHD, esto es porque a menudo sienten que no tienen control interno. El involucrar al niño ADHD en el proceso de la disciplina le ofrece un sentido de control. El involucrarlo en el proceso para resolver el problema lo hace sentir que las consecuencias lo pueden afectar. Con frecuencia lo anima a hacer uso de su creatividad para encontrar la solución al problema.
Cuando se presentan problemas, como sucede frecuentemente con estos niños, los padres deben intervenir para redirigir los comportamientos inadecuados. La mejor estrategia es ayudar al niño a vigilar su comportamiento para prevenir el problema antes que ocurra. Si esto no funciona, los papás deben trabajar creativamente con el niño para resolver el problema. Esto requiere que el padre permanezca calmado cuando la situación se pone tensa. Es importante recordar que estos niños miran al mundo desde un punto de vista diferente y pueden no ver su comportamiento como problema.
IDENTIFICANDO EL PROBLEMA
Con frecuencia la primera tarea del padre es ayudar al hijo a identificar el problema de comportamiento. Deje que explique lo que sucedió en sus propias palabras. Tenga cuidado de que no vea lo que usted siente ni le dé su opinión; esto puede hacer que se sienta impotente. Pídale que explique el problema en sus propias palabras. Escúchelo atentamente, no lo interrumpa, y alíentelo para que encuentre la manera de explicarlo claramente. Cuando el niño termine de explicar el problema, usted lo puede ayudar a aclarar los malentendidos.
PIENSE EN LAS POSIBLES SOLUCIONES
Después de identificar el problema el siguiente paso siguiente es buscar la solución. El pensar junto con el niño en las posibles soluciones es una manera ideal de comenzar. En este paso es importante encontrar tantas soluciones como sea posible, aún si parecen muy remotas o extrañas. Más tarde en el proceso usted las puede evaluar, pero por ahorita no descarte ninguna. Escríbalas. Trate de no desalentarlo para que siga participando en el proceso, no critique sus ideas ni verbalmente ni con gestos de cuerpo.
EVALUÉ LAS SOLUCIONES
Después de pensar en las posibles soluciones, pídale al niño que le ayude a evaluarlas. Ayúdelo a ver la situación completa y las consecuencias que cada solución traerá. Tenga cuidado de no tomar a la ligera ninguna de las soluciones que su hijo ofreció y sea tan flexible como sea posible. Lo que se trata de evitar es que se desaliente y en el futuro decida no participar. Trabajen juntos para eliminar las soluciones que no funcionan. Su hijo puede sentirse desilusionado si usted descarta de la lista más ideas de él que de usted. Así que, cuando estén generando las posibles soluciones, quizá pueda poner en la lista algunas soluciones medias tontas de su parte para que las pueda descartar después.
Ya que su hijo va a tener que dar cuentas de cualquier solución en la que se pongan de acuerdo, sería bueno que su opinión sea tomada en cuenta. Aún si el niño escoge una solución que es diferente a la que usted escogió, si la solución funciona sin que haya daños a la propiedad o ponga en peligro a nadie, considérela seriamente. Después de acordar cual solución se va a usar, escríbala. Elogie a su hijo por ayudar a resolver el problema y pídale que se comprometa a cumplir.

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martes, 17 de septiembre de 2013

Los tratamientos para el ADHD, no funcionan como se esperaba

Un nuevo estudio revela que el 90 por ciento de los niños pequeños que reciben tratamiento para el Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) continúan teniendo síntomas de dicha condición hasta 6 años después de ser diagnosticados y de recibir tratamiento ya sea que tomen o no tomen medicamentos.
La inquietud, la impulsividad, el hecho de que no complete las tareas que inicia, la falta de atención que tiene cuando recibe instrucciones, su respuesta antes de que finalices la pregunta, el que hable demasiado, el que se le olviden los elementos que necesita para una tarea, la dificultad que tiene para organizarse… Todos estos son síntomas del Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) que se presenta en la infancia y se considera el responsable de la mayoría de los fracasos en la escuela, así como de problemas para socializar.
Una vez diagnosticado el TDAH, se inicia el tratamiento que incluye terapia del comportamiento en el cual se orienta al niño a cambiar ciertas conductas que le distraen y a realizar actividades deportivas para estimular su desarrollo motor y para sacar su energía. Además, en la mayoría de los casos, el TDAH se trata con medicamentos específicos para tratar esta condición.
De esta forma, se esperaría que los niños tuvieran una mejoría en sus síntomas cuando están en tratamiento. Pero un estudio nuevo realizado por unos psiquiatras del Centro Médico para Niños John Hopkins, indica que no es el caso. De acuerdo a la investigación, el 90 por ciento de los niños con TDAH siguen teniendo síntomas luego de recibir tratamiento continuo por seis años.
Para llegar a esta conclusión, los investigadores evaluaron a 186 niños entre los 3 y los 5 años de edad que fueron diagnosticados con TDAH. Durante seis años, estudiaron el comportamiento de los niños, su desempeño escolar y los síntomas de TDAH, en especial falta de atención, hiperactividad e impulsividad.
Dos tercios de los niños estaban recibiendo tratamiento con medicamentos y sus síntomas eran tan severos como los de los niños que no estaban tomando ningún medicamento. Para ser exactos, el 62 por ciento de los niños tomando medicinas para el TDAH presentaron lo que se consideró hiperactividad significativa e impulsividad. Esto, en comparación con un 58 por ciento de los niños que no estaban tomando medicamentos. Además, el 65 por ciento de los niños que tomaban medicamentos tenían problemas de atención serios comparado con el 62 por ciento de los niños que no tomaban fármacos.
Si bien los investigadores notaron que es posible que los medicamentos recetados no hayan sido en la dosis indicada, el estudio arroja resultados preocupantes en relación al tratamiento para el TDAH. Se estima que un 7 por ciento de los niños en Estados Unidos reciben tratamiento con medicamentos, el cual cuesta billones de dólares al año. Si estos medicamentos no funcionan como se esperaba, entonces hay que evaluar qué alternativas hay o qué no se está haciendo bien, concluyeron los autores del estudio.
Si tu hijo ha recibido un diagnóstico de TDAH, si toma medicamentos y no notas mejoría, consulta con su médico para reevaluar el tratamiento.

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jueves, 12 de septiembre de 2013

¿Qué debe hacer si piensa que su hijo tiene ADHD?

Hable con el médico de su hijo. Solo puede hacerse un diagnóstico de ADHD si se obtiene información sobre la conducta de su hijo de varias personas que lo conozcan. Su médico le hará preguntas y es posible que quiera obtener información de los maestros de su hijo o de cualquier otra persona que esté familiarizada con la conducta de su hijo. Es posible que su médico tenga formularios o listas de control para que completen usted y el maestro de su hijo. Esto ayudará a que usted y su médico comparen la conducta de su hijo con la conducta de otros niños.
Es probable que su médico quiera realizar pruebas de visión y audición a su hijo, si estas pruebas no se han realizado en forma reciente.
Es posible que su médico le recomiende probar medicamentos para ver si ayudan a controlar la conducta hiperactividad de su hijo. Solo una prueba de medicamentos no puede ser el fundamento para diagnosticar ADHD. Sin embargo, puede ser una parte importante de la evaluación de su hijo si se sospecha el ADHD.
Es posible que sea difícil para su médico detectar si su hijo tiene ADHD. Muchos niños que tienen ADHD no son hiperactivos en el consultorio del médico. Por este motivo, es posible que su médico quiera que su hijo consulte a alguien que se especialice en ayudar a niños que tienen problemas de conducta, como un psicólogo.


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lunes, 9 de septiembre de 2013

¿Cuáles son las causas de los trastornos del aprendizaje?

La mayoría de los especialistas creen que los trastornos del aprendizaje son el resultado de problemas neurológicos leves que afectan la forma en que el cerebro recibe, interpreta y envía la información. Los científicos aún no tienen muy claro qué causa este trastorno. Sin embargo, muchos creen que este padecimiento se debe a pequeñas anomalías en el desarrollo del cerebro. Estas anomalías parecen ser un factor común en las familias de niños con trastornos del aprendizaje, lo cual sugiere que puede existir una vinculación genética. 
Este trastorno también puede ser una consecuencia de una madre que usó drogas y bebió alcohol durante el embarazo. Otros factores pueden incluir graves problemas durante el parto y nacimiento. 


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miércoles, 4 de septiembre de 2013

Trastornos de aprendizaje (ADHD)

Aproximadamente la mitad de los niños que padecen un TDAH también presentan trastornos del aprendizaje. Los problemas de aprendizaje más habituales son los relacionados con la lectura (dislexia) y la escritura. A pesar de que el TDAH no está categorizado como un trastorno del aprendizaje, sus problemas de atención y concentración pueden interferir notablemente en el rendimiento escolar de los afectados.
Si su hijo tiene un TDAH y una afección coexistente, su pediatra lo tendrá muy en cuenta a la hora de desarrollar su programa de tratamiento. Algunos tratamientos son mejores que otros para tratar combinaciones especificas de síntomas.


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